libros y literatura novela romántica erótica

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La literatura del Romanticismo

 Fue un movimiento literario que se inició a finales del siglo XVIII (ca. 1770). en Alemania, que se dispersó y cultivó por toda Europa hasta mediados del siglo XIX y que continúa ejerciendo su influencia hasta la actualidad. Este movimiento se opuso al expansivo capitalismo industrial y al racionalismo ilustrado. Entre sus características principales se encuentran la constante presencia de temas preindustriales como la naturaleza, los mitos grecolatinos y medievales.

La literatura erótica es un género literario en el cual los textos se relacionan, directa o indirectamente, con el erotismo y el sexo. En ocasiones se puede referir a la misma también como literatura pornográfica si las escenas sexuales son realmente muy explícitas, aunque normalmente sigue considerándose dentro del erotismo.1​




El Romanticismo alemán no fue un movimiento unitario. 


Por ello se habla en las historias literarias de varias fases del Romanticismo. Una etapa fundamental fueron los años noventa del siglo XVIII (Primer Romanticismo), pero las últimas manifestaciones alcanzan hasta la mitad del siglo XIX.

Una gran importancia en su nacimiento tuvieron dos movimientos, uno espiritual, el Pietismo, que se desarrolló mucho en Alemania durante la segunda mitad del siglo XVIII y el primer tercio del XIX y procuraba renovar la religión protestante volviendo a la religiosidad individual e íntima frente a los aspectos más formalistas y teológicos del culto, para hacer la religión cada vez más un asunto del corazón y de la vida y no sólo de la inteligencia, y otro de orden estético y anticlásico, el Sturm und Drang.

Los filósofos dominantes del romanticismo alemán fueron Johann Georg Hamann y Johann Gottfried Herder y, sobre todo, Johann Gottlieb Fichte, con su insistencia en la lucha del yo contra el no-yo, creador del nacionalismo alemán y defensor del iusnaturalismo. Junto con Friedrich Wilhelm Joseph Schelling crearán una corriente fundamental del pensamiento del siglo XIX, el Idealismo alemán, que culminará en Hegel.

En primer lugar, el Prerromanticismo reaccionó contra la Aufklärung o ilustración alemana con autores como Albrecht von Haller y su poema Los Alpes, seguido por la admiración de lo infinito y lo insignificante en el paisaje de Klopstock y el apasionado y suicida poeta Heinrich von Kleist (1777-1811).

Después vinieron autores más importantes, la llamada primera generación romántica (Frühromantik). Son Goethe, autor de la obra maestra de esta estética en literatura, las dos versiones del drama Fausto, el dramaturgo Friedrich Schiller, los poetas Friedrich Hölderlin, Novalis y Karoline von Günderrode, así como los ensayistas Ludwig Tieck, hermanos August y Friedrich von Schlegel, Clemens Brentano y Achim von Arnim.

En la segunda etapa (jüngere Romantik) destacan los hermanos Grimm, Jakob y Wilhelm, importantes filólogos y compiladores de tradiciones y cuentos populares, muchos de ellos de hadas; E. T. A. Hoffmann, creador de relatos fantásticos, y, en el teatro, Georg Büchner fraguará dos tragedias maestras: La muerte de Dantón (1835) y Woyzeck. Otras figuras importantes son Adelbert von Chamisso (1781-1838), autor de La maravillosa historia de Peter Schlemnihl, también sobre el mito de Fausto, y Joseph von Eichendorff, autor de una novela picaresca, Aus dem Leben eines Taugenichts ("De la vida de un tunante", 1826). El poeta más importante es Heinrich Heine, autor de un Romancero y un Libro de cantares.

El erotismo y el sexo han estado asociados a la sociedad y la cultura del hombre desde los inicios de los tiempos, y el caso de la literatura no es una excepción, si bien a menudo se ha visto sometida a la censura por considerarse un tema reprobable o pecaminoso. Asimismo, también es frecuente la alusión al sexo o pasajes eróticos englobados dentro de obras mayores, no como tema principal de la obra, sino como capítulos aislados que contribuyen al devenir de la narración o al desarrollo de personajes. Así, por ejemplo, es posible encontrar fragmentos claramente eróticos en obras como el Quijote de Cervantes o el Ulises de James Joyce, sin que por ello se considere a estas obras dentro del género.3​4​

Erotismo literario en la antigüedad


Ya en el Antiguo Egipto, se redactaron tratados acerca del sexo, en ocasiones meras recopilaciones de posturas sexuales, como por ejemplo en el papiro de Turín,5​ donde se detallan las variantes del acto amatorio. Aunque poco se conserva de la época, sí se han salvado algunos fragmentos, como por ejemplo en el papiro de Leide, donde se propone la "confección de una imagen del amor".6​

La literatura antigua relativa al erotismo se caracteriza principalmente por la unión entre lo divino y lo terrenal. Son frecuentes las alusiones a los dioses y los cultos a la fecundidad y al falo. Las obras se encuadran habitualmente en manuales de posturas sexuales, poesía y obras de teatro. Aparte de tratar la heterosexualidad, son frecuentes también las referencias al sexo oral y al lesbianismo. Las hetairas, mujeres que elevan la práctica del amor a la categoría de arte, fueron autoras propias de tratados sobre dichas prácticas, pudiéndose enunciar los tratados de Artyanassa, vieja servidora de Helena, de Filenis de Samos y los de Elefantis.7​ No en pocas ocasiones, el erotismo literario va asociado a la comedia o se asocia con la sátira y la crítica social.

Los primeros escritos de literatura erótica se remontan a la Antigua Grecia, en torno al año 400 a. C., cuando el dramaturgo Aristófanes escribió la obra de teatro Lisístrata. De alrededor del año 300 a. C. datan los obscenos poemas satíricos de Sótades, que llegaron a acarrearle la prisión por las críticas hacia la unión de Ptolomeo II con su hermana Arsinoe. Durante un tiempo se identificó incluso como literatura sotádica a la propia literatura erótica.1​ Hacia el siglo II a. C. se atribuye a Luciano la escritura del libro pornográfico más antiguo, Los diálogos de las cortesanas. Es Luciano, precisamente, quien emplea por primera vez el término del lesbianismo para definir la homosexualidad femenina.

La Antigua Roma también es rica en este género literario, cultivado entre el siglo II a. C. y principios del siglo I. A esta época pertenecen los Priapeos o Priapeya, una serie de poemas acerca del dios Príapo. Aparte de los acercamientos al género de autores como Marcial, Juvenal, Plauto, Catulo8​ y Horacio, caben destacar El arte de amar, de Ovidio, El Satiricón,9​ de Petronio y El asno de oro, de Apuleyo, como obras más relevantes de la época.10​

En la Antigua China, durante el período Han (alrededor del año 200 a. C.) circularon diversos manuales didácticas sobre la práctica sexual, siguiendo la fórmula literaria del diálogo entre un Emperador y sus preceptos o profesores sexuales.1​

En el siglo IV, apareció en la India el Kámasutra, el más famoso y universal de los manuales de sexualidad. Escrito por Mal-la Naga Vatsiaiana como un texto religioso dirigido al pueblo, la obra es un compendio de técnicas y consejos en las artes amatorias, que van desde el erotismo y la sensualidad más sutiles hasta una descripción detallada y gráfica de posturas sexuales para el acto de la cópula.11​9​


El sultán perdonando la vida a Scheherezade, Las mil y una noches
Procedente del Oriente medio musulmán es la obra medieval Las mil y una noches, del siglo IX, en la cual se trata el tema de la infidelidad.12​ También de origen musulmán es El jardín perfumado, de Cheik Nefzaoui, un manual al estilo del Kama sutra.6​ Un segundo manual surgió en la India aproximadamente hacia el siglo XV o XVI, el Ananga Ranga, de Kalyana Malla, con una serie de consejos para evitar la monotonía en el matrimonio e impedir la separación entre hombre y mujer.9​